sábado, 20 de marzo de 2010

Saludo a la primavera

Sé que debo escribir
cosas bonitas porque llega la primavera,
estoy
en una ciudad tan bonita,

salgo a pasear,
a mirar a las muchachas.
Es todo tan bonito
que da un poco de asco.

Y aunque sé que debo escribir cosas bonitas
solo puedo pensar en pateras y negros muertos
sobre la arena,
en la belleza de sus ojos cuando estaban vivos,
solo puedo pensar en niñas llorando ante el cadaver de su madre, entre soldados indiferentes,
en la belleza de sus lagrimas ante su madre muerta,

en la belleza del desprecio de los soldados,
solo puedo pensar
en madres llorando ante los cadáveres de sus hijas y de sus hijos
muertos en el suelo, entre soldados indiferentes,
en la belleza de sus lagrimas ante sus hijas y sus hijos muertos,

en la belleza del abrazo con que intentan devolverles la vida.

Sé lo que debo escribir
porque llega la primavera tan bonita en mi ciudad,
y me quedo parado
ante tanta belleza que da asco y un poco
de dolor de estomago
y soy niña de ojos grandes ante su madre muerta,
soy grito desgarrado de madre desgarrada ante sus hijas y sus hijos muertos,
soy tu hijo muerto entre tus brazos desesperados,
soy un zapato
perdido en la playa.

Y aunque sé lo que debo escribir
no lo haré.


viernes, 19 de marzo de 2010

requien por un versomuerto

Esta mañana
abrí la mano
y se escapo un verso.

Era un verso muerto,
negro como una mariposa
hecha de petroleo maloliente,
al parecer
quería ser un verso de amor
como la mayoría de los versos quieren ser.
Yo le explique, mientras caía al suelo con la levedad
de los versos,
como le explica un padre
a su hijo enfermo:


" tienen que haber
versos
para todo,
incluso
bellos versos muertos,
como tú, el mas bello y querido verso muerto
que jamas tuvo
poeta alguno
."


Llegó al suelo
sin estruendo,
seguido
de una lagrima cristalina.

martes, 16 de marzo de 2010

Tengo varios poemas escondidos,
los ahorre hace tiempo, cuando tenia tantos
que se perdían por la casa y por el jardín.
Los ahorre para tenerlos ahora,
estan en una caja grande de carton,
metí todas las letras
de las palabras
con su tinta
de color azul.
La caja fue colocada con esmero al fondo
del armario.



Luego vino
la primera mudanza.
Todo llego en camión, meticulosamente etiquetado
todo encontró
su nuevo lugar
parecido
a su antiguo lugar.



Mas o menos paso lo mismo
en las demás ocasiones.



Lo cierto es
que ahora
necesito esos poemas,
es el momento de sacar las letras
quitarles el polvo y volver
a componer las palabras originales.



Y ahora ¿dónde esta la caja?,
¿la puta caja de las letras de tinta azul?
¿en qué momento, en qué traslado perdí la pista a la puta caja de las letras?

¿cuando olvide los poemas?

¿cuando los poemas escondidos
se convirtieron en putos poemas perdidos?
Esto no es un libro: ¡qué encierran los libros,
esos sarcófagos y sudarios!
El pasado es su botín:
pero aquí vive un eterno Presente.
La Gaya Ciencia.
Nietzsche.
Entre el silencio de los ventiladores y la soledad de las horas queda inaugurado este otro sitio altar del ego y la empatica generosidad que caracteriza a aquellos que, sin ser,  son lo que pudieron haber sido.
Que Pan nos ilumine.