lunes, 26 de abril de 2010

Veo, desde mi auto,
la primavera en mi país,
tapiales y arcenes florecen
de amapolas, muertos
y margaritas.

domingo, 18 de abril de 2010

ULTIMA REVOLUCION



El cadáver apareció
junto a la puerta del ayuntamiento.
Alguien lo había puesto allí esa noche
mientras los policías municipales jugaban a buscar estrellas
y se besuqueaban en el coche patrulla
liando de babas sus bigotes
entre raya y raya,
ellos y sus cosas
de patrulla nocturna en primavera.

Alguien dejo el cadáver sonriente junto a la puerta,
a sus pies unos sobres con documentos,
cosas de impuestos,
catastros y residencias.
En su mano
uno de esos números de turno
de áspero papel azulado
que te hacen sentir igual
en el ayuntamiento
y en la pescadería,
001a.

Lo que nadie llego a entender,
ya en la sala de autopsias,
es la meticulosidad
con que todos los agujeros de su cadavérico cuerpo
habían sido rellenados
de claveles
reventones.