domingo, 29 de septiembre de 2013

500 GRAMOS DE METRALLA (II)

Cansado de morirme tanto,
a cada noticia,
a cada imagen,
busco
como siempre
el único refugio posible,
mi país pequeño
y eterno,
protegido
del secarral
por la sombra sin precio
de los pinos
y las moreras.



Me dejo acariciar
por el mismo aire
que dio un día tregua
a aquel esclavo de los romanos,
el mismo aire
que empujaba velas
desde Cartago
y paseaba versos moros
de un lado a otro
del Mediterráneo.



Me canso de morirme y me nazco
minero de la plata
y señor de la espada.



Cansado de morirme a cada instante
me hago fría
y libre alfaca
sedienta
de sangre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario