miércoles, 3 de febrero de 2016

Tregua xi

Hoy
       he vuelto a morir,
como siempre,
entre sus brazos,
como todos los días.

Sus lágrimas
se abren paso
entre el polvo
por las mejillas,
y como ayer
caen sobre mi inerte cuerpo.

No pude aprender
a decir mamá,
otra vez
sucedió todo
demasiado
incomprensiblemente.

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