domingo, 8 de enero de 2017

Solo mar



La absoluta certeza
de ser mar,
de saberse masa de agua.
Ora calma, cadente, sensual
para acoger tus curvas,
rodearlas, besarlas
saladamente;
ora tormenta, tifónica,
cruel,
capaz
de engullir
pueblos enteros sin remordimientos.

Saberse mar
a veces muerto
a veces nostrum,
masa de agua donde todos
puedan vivir
nadando
o meciéndose, o dejándose.

Mar que ahoga sin mirar
a quien,
y alberga
secretas necrópolis
de infamias
errores,
sinrazones, pecados inconfesables.

Saberse
irremediable
masa de agua,
mar menor
abrazado
por la arena, los niños y las abuelas,
envenenado
desde el principio de los siglos.

Ser mar
para albergar inmensas ballenas con sus miradas sin tiempo
y dejarse navegar
por pequeñas sonrientes velas latinas.

Casa de dioses generosos e indiferentes
y horribles sirenas
asesinas siempre al acecho.

Liquido eterno sepulcro
de guerreros y suicidas.

Mar chica
con vanidosa vocación
de océano enorme.

Ser mar,
madre
y sepulturero.
Tener
la completa certeza de
ser
mar
unicamente sujeto
a los caprichos selenicos.

Mar,
solo mar
porque en el mar
no
hay
lugar
para mares.

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