sábado, 23 de junio de 2018

Desesperanza

La garganta helada
sin espacio siquiera para gallos
pequeños.
no se ven ya, lejano amigo,
bellas señoritas
con pequeños cocodrilos en el hombro,
igual
que no danzan
mis avestruces del Ampurda
frente a los bobos municipales
que recorren las calles
sin saber porqué.
La garganta helada en pleno
verano
sin posibilidad
de huir
del corral eterno,
plena de gritos helados
plena de versos helados
de versos de tuttifruti helados.
Las garotas
entretanto esperan agazapadas
bajo las espinas sagradas.

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