domingo, 24 de agosto de 2014

Es absurdo esperar a las palabras,
Las palabras
No habitan
En el barrio de al lado,
No toman el metro
Ni el urbano
Para ir al trabajo.

Las palabras aparecen
En el vuelo
De un cóctel Molotov,
Surgen
Entre los golpes de los opresores
Y las caricias
De las madres
Y las abuelas,
En la firma
De una hipoteca injusta ante Satanás.

Viven las palabras
En las lágrimas del arcángel
Que apagaron las llamas
Del infierno,
En las plumas malditas
Del pavo real.

Sólo podemos desearlas
Y empezar
A arrancar adoquines
Para mañana.

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